La influenza es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, provocada por los virus de la influenza (tipos A, B y C), que infectan la nariz, garganta, bronquios y en algunos casos los pulmones. Se manifiesta como una patología potencialmente grave, y que puede llevar a la hospitalización e incluso a la muerte a quienes contraen este virus. 

A diferencia de un resfrío común, los síntomas de la influenza son de mayor intensidad y gravedad, y suelen presentarse como fiebre, dolor de garganta, escalofríos, tos seca, dolor de cuerpo, mucosidad nasal, entre otros. En algunas personas estos malestares cesan en un par de días, pero en otros casos se pueden producir cuadros graves como neumonías y otras complicaciones que, con escasa frecuencia, pueden llevar a la muerte.

La influenza puede prevenirse practicando medidas básicas de higiene, como el lavado frecuente de manos con agua y jabón o alcohol gel y el uso adecuado de pañuelos para cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar. Sin embargo, vacunarse todos los años es la mejor manera de disminuir el riesgo de contraer la enfermedad, contagiar a otros y sufrir complicaciones graves de salud. 

Nuestra Directora Médica Nacional de la Operación, Jeannette Meriño, al ser consultada sobre la importancia de vacunarse contra la influenza, sobre todo si se es trabajador o trabajadora de una empresa con un gran número de colaboradores/as, afirma que “cada año van apareciendo nuevas cepas del virus de la influenza, y las vacunas contienen de forma inactiva este virus, con el fin de que nuestro organismo cree anticuerpos que sean capaces de combatir la patología. Por ende, vacunarnos es la mejor forma de protegernos de las nuevas cepas que derivan de los virus de la influenza”. 

Las vacunas son consideradas como una herramienta efectiva para reducir las consecuencias relacionadas al ausentismo laboral y a la pérdida de productividad por parte de los colaboradores. Sin embargo, más allá de ser un método efectivo para las organizaciones, “los trabajadores que se vacunan contra este virus en particular, dan origen al efecto rebaño o a la inmunidad de rebaño, que ocurre cuando una población adquiere cierto tipo de protección contra la enfermedad, debido a la protección que cada uno aporta desde su creación de anticuerpos”, enfatizó nuestra Directora Médica Nacional. 

Se debe tener en cuenta que los virus de la influenza cambian constantemente y cada temporada circulan diferentes cepas, por lo que la vacuna se modifica todos los años brindando la protección necesaria. En este sentido, es fundamental que los trabajadores cuenten con su inoculación anual contra la influenza, “considerando sobre todo que el efecto o protección que brindan las vacunas tiene una duración estimada de seis meses app, siendo una necesidad el vacunarse para contar con la generación de anticuerpos y la seguridad adecuada”, añadió Jeannette Meriño. 

Respecto de los beneficios que las vacunas traen para los trabajadores, se puede detectar una serie de mejoras en el estado de ánimo y la salud de las personas, reduce el ausentismo por enfermedad o consultas médicas, junto con disminuir los síntomas y la gravedad de los mismos. En este punto es necesario aclarar que la inoculación no significa que nunca se contraerá la patología, sino que se reducen considerablemente las posibilidades de padecerla y los malestares asociados a la misma, siendo poco probable alcanzar cuadros de gravedad y hospitalización. 

Jeannette Meriño hace un llamado a acudir a los centros de vacunación habilitados para públicos objetivos (definidos por el MINSAL), como los son los adultos mayores, niños/as y personas que padecen enfermedades crónicas. En el caso de los trabajadores/as, muchas empresas cuentan con el servicio de vacunas contra la influenza en época estacional, por ello, “hago el llamado a cada colaborador a acudir a este servicio, que por lo general lo brindan las organizaciones en el mismo lugar de trabajo, tal como lo efectúa ESACHS a través de su prestación profesional de vacunas contra la influenza. Si nos vacunamos, no solamente nos autoprotegemos, sino que también cuidamos de nuestros seres queridos. Hazlo por ti, por tu familia, colegas y por quienes quieren verte llegar a casa sano y salvo”.